domingo, 12 de febrero de 2017

EMPATÍA, ¡SI!




"¿Cómo creeis que podriáis crear vínculos con vuestros estudiantes?" 
Ángel Pardo


Seguro que hay muchas formas de motivar y crear confianza con los alumnos. Este es un punto de partida genérico, donde la pauta a seguir siempre será a medida de cada grupo de trabajo, partiendo de la base que la primera confianza a gestionar es la que debe tener el alumno consigo mismo y dependerá de las creencias que tenga del aprendizaje de otra lengua en general. Ayudarle a construir nuevas creencias y  la auto-confianza en su aprendizaje, forma parte de los objetivos implícitos dentro de la labor de motivación hacia el alumno.
Me aprendería los nombres de todos los alumnos y evitaría crear distancia al mencionar solo su apellido.
Contaría mi experiencia como alumna de otro idioma, las dificultades que se me han ido presentando al integrar esos conocimientos, los obstáculos que he encontrado y cómo los he podido superar.
Hablaría de la importancia que tiene en el estudio de una lengua la observación de cómo hablan los nativos del idioma y promovería el ensayo y error de la lengua como un entendimiento global de su cultura y usos; haciendo comprender con esto que no hay buenos y malos, sino diferentes maneras de construir un idioma. Pondría ejemplos de niños aprendiendo la lengua meta.
Preguntaría y crearía debate de cuál es la manera más adecuada para cada uno de ellos el aprendizaje de una nueva lengua, después de reflexionar conjuntamente con los alumnos,  tomaría notas de dichas opiniones como lo esperado por ellos del curso y canalizaría mi formación a la expectativa más relevante, haciendo referencia a que dicha experiencia lo ha promovido un determinado alumno, y mencionar concretamente el aporte de cada uno de ellos. Todos deberían ser mencionados.
Indagaría cuales son la necesidades o motivaciones que tienen los alumnos para el aprendizaje del Español.
Crearía juegos de rol, con diálogos y mímicas para practicar lo aprendido en clase.
Haría evaluaciones continuas para tomar el pulso de la clase y saber donde hace falta profundizar o repetir conceptos dados, haciendo participar en el repaso a todos los alumnos con una tormenta de ideas para finalmente construir una píldora formativa de la base a aprender.
Cuando hiciera preguntas las haría siempre abiertas para fomentar el diálogo y evitar “lo sabe/no lo sabe” y de esas respuestas entresacaría la respuesta adecuada parafraseando al alumno.


Usaría un lenguaje positivo y de aprobación sobre todo al corregir a un alumno, invitándole a reflexionar y si…¿qué harías? ¿Has pensado en…? De manera de ayudarlo en su descubrimiento de la lengua y evitar que se inhiba por temor a hacerlo mal. ¡Estamos aquí para aprender!

No hay comentarios:

Publicar un comentario